Me ha parecido muy interesante este fragmento del libro Creer en la educación de Victoria Camps. Es absurdo pensar que padres e hijos o profesores y alumnos están al mismo nivel, pero es necesario que ambos estén en iguales condiciones a la hora de opinar. Muchas veces, confundimos el concepto "autoridad" con el de "respeto".
¿Que opináis?
La democracia es una forma de gobierno, no una característica de cualquier
tipo de relación que pueda ser proyectada a cualquier nivel. La relación entre
los miembros de la familia, padres e hijos, no es ni debe ser democrática. Como
tampoco debe serlo la relación escolar entre maestros y alumnos. Una cosa es que
se dé lugar a formas de participación en los asuntos que conciernen a todos (. .
.) y otra es que los padres y los hijos o los maestros y los alumnos se
encuentren en una relación de simetría en la que cualquiera de ellos tiene la
misma autoridad para opinar, para tomar la palabra o para decidir.
CAMPS, Victoria: Creer en la educación. Península, Madrid, 2009. Pág 151
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